¡Meditar y respirar bien puede cambiarlo todo!

La práctica de la meditación mindfulness también puede ayudar a aliviar algunos de los síntomas y desafíos asociados a la menopausia, a aceptar y abrazar el cambio y a tener una percepción más positiva de la vida. Y no requiere posturas imposibles o hacer un retiro en el Himalaya. Es tan sencillo como sentarse en una silla, cerrar los ojos y dedicar 10 minutos a no hacer nada... Bueno sí, ¡respirar!